Historia del estadio del Arsenal FC

Dejar Highbury no fue fácil, pero el Arsenal necesitaba espacio para crecer. Se plantearon comprar Wembley, pero la FA desechó la idea. En su lugar, eligieron Ashburton Grove, a sólo 460 metros de distancia, asegurándose más plazas, estabilidad financiera y un futuro brillante.

Comprar un vertedero no es una "revolución futbolística", pero el Arsenal vio potencial. 60 millones de libras más tarde, Ashburton Grove pasó de ser un vertedero industrial a un estadio de talla mundial, demostrando que los grandes riesgos -y mucha paciencia- pueden conducir a recompensas legendarias.

Tras años de retrasos, el Consejo de Islington aprobó por fin el Emirates Stadium. Wenger la calificó como la decisión más importante del Arsenal desde la contratación de Chapman. Además del fútbol, el plan incluía viviendas asequibles y mejoras de las infraestructuras, lo que lo convertía en una victoria para la comunidad.

Las líneas de ferrocarril se interponían en el camino, las finanzas no daban abasto, los plazos se habían vencido... la construcción del Emirates Stadium tuvo sus quebraderos de cabeza. Pero el Arsenal se negó a hacer una pausa, superando todos los contratiempos hasta que su sueño de 390 millones de libras se hizo finalmente realidad.

Emirates no se limitó a poner su nombre en el estadio, sino que alimentó el futuro del Arsenal con un acuerdo de 100 millones de libras. Ese dinero mantuvo la construcción en marcha y demostró que el Arsenal iba en serio. Años después, sigue siendo una de las mayores jugadas de poder de los patrocinadores del fútbol.

La gran entrada del Arsenal en la era del Emirates comenzó con el partido testimonial de Dennis Bergkamp contra el Ajax, una despedida perfecta de Highbury tras 93 años inolvidables. Los aficionados se maravillaron ante el enorme estadio de 60.704 localidades, ahora el tercero más grande de Inglaterra.

La nueva casa del Arsenal se inauguró a lo grande: ¡se agotaron las entradas para todos los partidos! Gilberto Silva hizo historia al marcar el primer gol del Emirates en la Premier League contra el Villa. Los aficionados acogieron con entusiasmo el elegante diseño del estadio, la sensación de gran partido y el animado ambiente de los días de partido.

En 2012, el Emirates no fue sólo para el Arsenal: fue sede del fútbol olímpico, incluido el partido femenino por la medalla de oro. Desde las batallas de la Premier League hasta los enfrentamientos mundiales, mostró sus instalaciones de élite y demostró que podía albergar los partidos más importantes del mundo.

En 2019, Emirates había adoptado plenamente el alma del Arsenal. Con más de 700 partidos jugados, los muros estaban recubiertos de murales, las estatuas de leyendas como Henry y Adams se alzaban erguidas y la historia del club cubría el estadio, por lo que parecía que el espíritu de Highbury se había trasladado de verdad.