El Gran Comedor del Palacio de Hampton Court es la gran pieza central de la realeza de los Tudor, construido para exhibir el poder de Enrique VIII. Imagínate una inmensa sala con un impresionante techo de madera y muros adornados con ricos tapices. Allí actuó Shakespeare y las fiestas reales llenaban el aire de charla y tintineo de copas.