El invernadero del Palacio de Kensington, construido en 1704 para la reina Ana, sirvió inicialmente como invernadero para sus naranjos durante el invierno. Este edificio de estilo barroco, adornado con 24 columnas corintias blancas y paneles ornamentados, también fue escenario de grandes bailes y celebraciones. Las recientes renovaciones de 2017 a 2024 se centraron en preservar su patrimonio al tiempo que realzaban su encanto interior. El invernadero puede albergar diversos actos, con capacidad para 300 participantes en recepciones y hasta 200 en cenas. Ofrece unas vistas impresionantes de los jardines del palacio y sirve almuerzos y té por la tarde. El menú incluye platos como éclairs de lavanda, trucha de arroyo de tiza chamuscada y bollos tradicionales, con un postre emblemático "La Naranja".