La planta 68 es donde Londres brilla, con enormes ventanales, luz solar a raudales y unas vistas que te harán decir: "¡Vaya!". Dirígete a la instalación Cloudscape para observar más de cerca las nubes salvajes de Londres y descubrir cómo cambian el horizonte y los patrones meteorológicos a lo largo del día. Y antes de irte, no olvides pasarte por la Boutique del Cielo para comprar souvenirs exclusivos, porque ¿quién no querría un trozo de la tienda de regalos más alta de Londres?