- Recorre mil años de realeza: Sin Abadía de Westminster no hay coronaciones: así de sencillo. Desde 1066, todos los monarcas británicos han tenido su gran momento aquí, sentados en la legendaria Silla de la Coronación (¡sí, existe desde 1308!). En su día fue un monasterio benedictino y ahora es un monumento de la UNESCO-historia en estado puro.
- Encuentra la belleza en cada detalle: La Abadía lo tiene todo, desde bóvedas de crucería y altísimas agujas hasta rosetones que parecen salidos de un cuento de hadas. Y no olvidemos el techo abovedado de Enrique VII, porque los arquitectos góticos no hacían "sutilezas".
- Visita el Rincón de los Poetas: Con más de 3.000 tumbas, la Abadía de Westminster es un quién es quién de la historia británica. Reyes, reinas, primeros ministros, científicos y escritores, desde Newton y Darwin hasta Dickens y Chaucer, han encontrado aquí su hogar definitivo.
- Descubre vistas y tesoros ocultos: Situadas a 16 metros por encima de la nave, las Galerías del Jubileo de Diamante de la Reina ofrecen una rara vista de pájaro de los altísimos techos abovedados de la Abadía de Westminster y de la mampostería medieval, además de un vistazo a 300 objetos, desde los ornamentos de la coronación hasta las efigies funerarias reales.