El Tower Bridge es una atracción distintiva que iguala a la Torre de Londres en cuanto a estética. Construido en 1894, el puente mide unos 240 metros de longitud y tiene una abertura de 76 metros de ancho. Sus torres gemelas se elevan a una altura de 61 metros (200 pies) sobre el río Támesis. Un par de pasarelas cubiertas de cristal discurren entre las torres y son muy populares entre los visitantes. Es una maravilla de la ingeniería, formada por enormes autopistas móviles que se elevan para permitir el paso de los barcos. El Tower Bridge funcionó con bombas hidráulicas de vapor hasta 1976, cuando se instalaron motores eléctricos.