Construcción del London Eye
La construcción del London Eye comenzó en 1998 y constituye un notable logro de la ingeniería moderna. Diseñada por los arquitectos David Marks y Julia Barfield, la noria de observación de 135 metros de altura pretendía ser un símbolo duradero para celebrar el nuevo milenio. A diferencia de las norias convencionales, se montó plana sobre plataformas flotantes en el río Támesis y luego se elevó gradualmente hasta su posición mediante un sofisticado sistema de gatos hidráulicos de cable, un método sin precedentes en la época que tardó varios días en completarse.
El proyecto fue un triunfo logístico, con componentes fabricados en seis países: acero del Reino Unido, cables de Italia y cápsulas de pasajeros de Francia. El exclusivo diseño en voladizo de la estructura se sostiene desde un solo lado y alberga 32 cápsulas de cristal totalmente cerradas y con aire acondicionado, montadas en el exterior para ofrecer vistas ininterrumpidas de 360°. A pesar de los considerables retos técnicos y medioambientales, la construcción se terminó en la fecha prevista, transformando una idea temporal en un símbolo permanente y mundialmente famoso del horizonte de Londres.
Arquitectura del London Eye