A medida que el sol desciende, toda la ciudad se baña en una luz cálida y dorada. Esta "hora dorada" crea un resplandor mágico en los lugares emblemáticos. A medida que el crepúsculo se hace más profundo, observa cómo Londres se ilumina lentamente. La ciudad comienza a iluminarse y a brillar, y la cima del London Eye es una gran oportunidad para ver la transición del día a la noche.